A menudo en las ciudades se organizan exposiciones itinerantes en las que se exhiben colecciones de fotografía, restos arqueológicos, maquetas científicas, productos artesanales… Para ello se elige una ubicación bien comunicada y que permita una gran afluencia de público, pero no siempre pensamos en las personas con discapacidad.
Se debe elegir un lugar que carezca de barreras arquitectónicas y de comunicación. Para ello debemos garantizar la accesibilidad del transporte público hasta el lugar de la exposición, la existencia de plazas de aparcamientos accesibles cercanos a la misma, que los itinerarios de la vía pública sean adecuados, la accesibilidad general de elementos como pavimentos, escaleras, rampas, iluminación, señalización, aseos… pero además se deben contemplar los siguientes aspectos:
A la entrada de la exposición debe haber un punto de información con un plano táctil o táctilo-sonoro en el que aparezcan las dependencias básicas y los puntos de interés para los usuarios.
La organización de la exposición itinerante debe contemplar el servicio de acompañamiento y servicio de intérprete de lengua de signos.
Se recomienda el uso de bucle magnético para que la información sea accesible para las personas con hipoacusia.
La información ofrecida a través de medios audiovisuales, será accesible incorporando subtítulos, lengua de signos y audiodescripción en la información que generen.
Los catálogos de productos, folletos o documentación impresa que se ofrezcan cumplirán los requisitos mínimos de accesibilidad.
Normalmente se instalan unos expositores o stand para mostrar la colección. Destacarán por su color contrastado y su diseño no presentará esquinas ni aristas. Así mismo, se deberá comprobar que no suponen obstáculo o peligro para la circulación de las personas ciegas, deficientes visuales o personas con movilidad reducida.
Para ello el ancho mínimo libre debe ser de 1,20 metros de manera que se garantice el paso, el cruce y el giro o cambio de dirección, de personas, independientemente de sus características o modo de desplazamiento.
Estarán a una altura de 1,10 m medidos desde el pavimento, aunque existirá un tramo mínimo de 0,80 m de longitud, con una altura comprendida entre 0,70 y 0,80 m. Este tramo tendrá un hueco en su parte inferior libre de obstáculos de 0,70 m de alto y 0,50 m de profundidad, para que las personas en silla de ruedas puedan acercarse cómodamente.
Se debe permitir la accesibilidad física a las colecciones facilitando incluso el tacto cuando sea posible sin dañar los originales o realizando maquetas que permitan identificar el contenido.
Es necesario que el personal además de conocer el contenido de las colecciones, sepa transmitirlo correctamente a todas las personas. Para ello es necesario tener conocimientos básicos en el trato y la atención a las personas con discapacidad.
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