Todas las personas tienen derecho a disfrutar del ocio y el turismo, encontrando en sus desplazamientos alojamientos cómodos y atractivos. La oferta de alojamiento turístico accesible para personas con discapacidad está bastante limitada ya que la mayoría de hoteles, albergues, campings… presentan numerosas barreras físicas y de comunicación.
Para que las personas con discapacidad puedan viajar sin discriminación, es necesario que los alojamientos turísticos sean accesibles y para ello adopten una serie de medidas.
Tanto las instalaciones interiores (entrada al hotel o albergue, recepción, habitaciones, aseos, bar, restaurante, tiendas, ascensores, escaleras…) como las exteriores (piscinas, pistas deportivas, jardines…) deben permitir el acceso y disfrute de todas las personas, para ello deben cumplir las recomendaciones generales que hemos desarrollado en esta guía.
Es muy importante que el mostrador de recepción sea accesible y que el personal de recepción tenga conocimientos básicos en el trato y la atención a las personas con discapacidad.
Si existe servicio de acompañamiento y servicio de intérprete de lengua de signos, es aquí donde debe ofrecerse. De no ser así, el personal deberá estar formado en técnicas guía de apoyo al desplazamiento de personas ciegas, sordociegas y deficientes visuales, así como conocer las estrategias básicas de comunicación con personas sordas, sordociegas, hipoacúsicas y con problemas en la comunicación. Se recomienda que sepan lengua de signos.
En la recepción debe haber un plano accesible en el que aparezcan las dependencias básicas del hotel, albergue, camping… y los puntos de interés para los usuarios.
Se recomienda el uso de bucle magnético para que la información sea accesible para las personas con hipoacusia.
La documentación impresa, formularios o folletos que el recepcionista ofrezca al huésped cumplirá los requisitos mínimos de accesibilidad.
Habrá un número de habitaciones reservadas en las que las personas con discapacidad puedan hacer uso y disfrute de las mismas. Estas deberán estar situadas próximas al ascensor o en la planta baja. El ascensor para llegar a estas habitaciones debe ser accesible.
Las puertas, ventanas y el baño también lo serán.
En su interior, el mobiliario se distribuirá de forma que pueda inscribirse frente a la puerta de acceso y junto a un lado de la cama un círculo libre de obstáculos de 1,20 m de diámetro, para permitir la estancia y giro de personas en silla de ruedas.
La distancia mínima de circulación será de 0,80 m.
Las camas serán regulables en altura y en inclinación.
Habrá un buen contraste cromático entre suelos, paredes, puertas y mobiliario.
Los pavimentos serán duros, antideslizantes, continuos y planos.
Las esquinas y bordes de las paredes no presentarán aristas vivas.
La iluminación será uniforme, evitando las luces de elevada intensidad, que produzcan destellos y sombras, ya que pueden confundir a las personas que necesitan más tiempo para adaptarse a los cambios de luz. Se aconseja iluminación de intensidad regulable.
Todos los interruptores serán fácilmente localizables por su buen contraste cromático con la pared o parámetro circundante y dispondrán de un piloto luminoso que permita localizarlos en la oscuridad.
Desde la posición de acostada, la persona con movilidad reducida deberá poder acceder y controlar el encendido y apagado de la luz.
Deberán disponerse de algunos despertadores con vibración o luminosos para personas sordas o hipoacúsicas que lo soliciten.
Las habitaciones deben contar con fax, videoteléfono y conexión a Internet, para que el usuario pueda comunicarse con el personal y con el exterior.
La televisión deberá ser accesible. Existen en el mercado decodificadores TDT y mandos a distancia accesibles. Si se ofrece acceso a contenidos audiovisuales a la carta, se deberá contemplar los sistemas de audiodescripción, subtitulado e interpretación en lengua de signos, en una amplia selección de contenidos de distinto género.
Otros servicios disponibles como el aire acondicionado, la caja fuerte… deberán contemplar igualmente requisitos de accesibilidad.
Es una opción de alojamiento bastante económica e interesante cuando se viaja en grupo. Tanto sus instalaciones exteriores como interiores deben ser accesibles, cumpliendo las medidas que proponemos en esta guía.
Las habitaciones suelen ser más grandes y tienen literas para albergar a muchas personas en poco espacio. Para que varias de estas literas sean accesibles y puedan ser usadas por personas con movilidad reducida o de talla baja, la cama inferior debe ser articulada y regulable en altura.
Los aseos y duchas suelen ser colectivos, pero deben cumplir los requisitos de accesibilidad o al menos disponer de un baño accesible.
Es otra forma económica y divertida de viajar. Por su naturaleza y los entornos en los que suelen ubicarse presentan bastantes barreras para las personas con movilidad reducida.
Algunas medidas de accesibilidad específicas de los campings son las siguientes:
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