En estos últimos años parece haberse consolidado la idea de que el modelo de
planeamiento general terminado y completo, exhaustivo en el planteamiento de sus
determinaciones y objetivos, y sometido a una programación rigurosa, se ha revelado como
excesivamente rígido y consecuentemente difícil de gestionar y ejecutar por su
incapacidad de adaptarse a las cambiantes necesidades urbanas.
Por una parte, la revisión global del planeamiento general resulta siempre
traumática para el normal desenvolvimiento de la Administración del urbanismo, y
provocadora de costos sociales y quizá económicos importantes.
De otra parte, parece como si se hubiese olvidado, en la práctica general de la
urbanística española, que el criterio y el tipo de planificación física en nuestro
ordenamiento legal es abierto y flexible, y que en su concepción legal los Planes
Generales se configuran como abiertos y evolutivos, para tratar de asimilar el margen
amplísimo de imprevisibilidad para situaciones y necesidades nuevas y a veces
inexcusables. Parece hoy olvidado que así lo hubiese declarado la propia exposición de
motivos de la Ley de Reforma de 1975, y aún que lo haya reiterado la jurisprudencia.
Estas consideraciones nos llevan hacia la necesidad de un nuevo modelo alternativo de
planeamiento que pueda acomodarse sencilla y ágilmente a las nuevas demandas urbanas que
se planteen sin necesidad de revisiones globales cada pocos años, un planeamiento abierto
que garantice un gran respaldo social como consecuencia del fomento de la participación
de la sociedad en toda su gestación; en definitiva, un planeamiento general flexible y
continuo.
Flexible en cuanto que reduzca los elementos esenciales del nuevo Plan a unos pocos
concretos, claros y concisos, que por supuesto serán difíciles de modificar, y cuyo
trámite de modificación, deberá desarrollarse con las máximas garantías para los
ciudadanos.
Continuo en cuanto que permita su gestión y ejecución en un proceso de evolución
continua que debe ponerse en marcha inmediatamente a su entrada en vigor.
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